miércoles, 18 de septiembre de 2013

Glenn Gould. Sonatas y Variaciones.



GLENN GOULD. PIANISTA. Un artista excepcional.


Glenn Herbert Gould (TorontoCanadá25 de septiembre de 1932 – 4 de octubre de 1982), más conocido con el nombre de Glenn Gould, fue un pianista canadiense, especialmente reconocido como intérprete de las sonatas y de las Variaciones Goldberg de Johann Sebastian Bach, así como de las obras pianísticas de Arnold Schönberg.


Fue a la escuela Royal Conservatory of Music cuando tenía diez años de edad, convirtiéndose en discípulo del pianista chileno Alberto Guerrero.

Tenía una peculiar manera de sentarse, se encorvaba en su pequeña silla, siempre utilizo esa silla confeccionada y realizada por su padre, esta gran artista se caracterizo por su peculiaridad y autenticidad interpretativa, simplemente Glenn, era él frente al piano, esos dedos maravillosos fluían sin restricciones, su comunicación no verbal era muy expresiva, sus gestos y movimientos eran notorios y hacía a un lado la típica diplomacia  de formalidad que los pianistas suelen emplear, brillante, excéntrico. 

Se presentaba en el escenario con abrigo grueso, bufanda y mitones, sin importar el calor que hiciera. Y eso si se presentaba, porque cancelaba sin demasiados miramientos sus actuaciones. Toleraba mal el contacto con otros seres humanos, y conversaba preferentemente por teléfonoo y talentoso, le gustaba tararear las melodías , en sus vídeos, podemos escucharle hacerlo. 

Su primer concierto (tocó el órgano) tuvo lugar en 1945, e hizo su primera aparición con orquesta el año siguiente cuando ejecutaba el Concierto para piano nº 4 de Beethoven con la Orquesta Sinfónica de Toronto. Realizó su primera ejecución pública como pianista solo en 1947.
El 11 de enero de 1955 debutó en Nueva York (EE.UU.), con un recital de piano que tuvo lugar en el Town Hall. Al día siguiente recibió el ofrecimiento de Columbia Masterworks para grabar su álbum debut, las Variaciones Goldberg de Johann Sebastian Bach en la primera de sus versiones (realizó una segunda en 1981).

Cuando Gould estrenó en 1962 con la Filarmónica de Nueva York el Concierto para piano número 1 en re menor deBrahms, sucedió algo memorable. Momentos antes de dar comienzo a la pieza, Leonard Bernstein, el director aquella noche, salió al proscenio y se dirigió al público, anunciando su completa disconformidad con la interpretación que el público iba a escuchar y él a dirigir. Las palabras de Bernstein son un ejemplo de bonhomía:

No se asusten, el Sr. Gould ha venido y aparecerá en un momento. Como saben, no tengo la costumbre de hablar en los conciertos, excepto en los preámbulos de las noches de los jueves, pero una curiosa situación ha surgido, que merece, creo, una o dos palabras. Están a punto de escuchar una interpretación, yo diría, poco ortodoxa del Concierto de Brahms en Re menor, una interpretación tan singularmente distinta de cualquiera que haya escuchado, o soñado, en un tiempo remarcablemente lento, con frecuente desvío de las indicaciones dinámicas de Brahms. No puedo decir que esté de acuerdo con la manera en que el Sr. Gould concibe la pieza, y eso plantea una cuestión interesante: ¿por qué la estoy dirigiendo? (Risas del público) La estoy dirigiendo porque el Sr. Gould es un artista tan válido y tan riguroso que debo tomarme con total seriedad cualquier cosa que él conciba de buena fe, y su concepción es suficientemente interesante como para que pensar que ustedes merecen escucharla también.

Como es sabido Gould dejó de dar conciertos a los 31 años, en la cúspide de su fama. El 10 de abril de 1964, realizó su último concierto en Los Ángeles, en el Teatro Wilshire Ebell. Entre las piezas que tocó esa noche estuvo la Sonata número 3 para piano de Beethoven y la Sonata número 4 opus 92 de Ernst Krenek

El 10 de abril de 1964, tocó en público por última vez en Los Ángeles y anunció que se retiraba de los escenarios cuando era una auténtica figura internacional. La razón es que empezó a sentir hastío por la interpretación en directo y creyó que servía mejor a la música en un estudio de grabación que en la sala de conciertos. Pensaba además que la música se preservaba mejor en la intimidad.
Además de las grabaciones de piano, a las que se dedicó con ahínco durante el resto de su vida, se dedicó también a la escritura y a la radio, que le apasionaba. Murió en Toronto el 4 de octubre de 1982 después de sufrir un infarto cerebral.




Aquí podemos escuchar a Glenn no sólo tocando el piano, también sus balbuceos verbales, un artista muy expresivo sin lugar a dudas. 


Disfrutemos de este bello arte musical y de este gran artista excepcional que dejo plasmadas sus huellas en esta encrucijada llamada tiempo. 


D.J